viernes, 4 de enero de 2008

AUDIENCIAS

Como ya hemos visto en anteriores entradas el principal objetivo de los realities es el entretenimiento y conseguir la mayor audiencia posible a costa de todo.

Si echamos la vista atrás podemos mencionar las primeras ediciones de Gran Hermano, Operación Triunfo o La Casa de Tu Vida, como los primeros realities establecidos como tal y con un fin distinto. Podemos decir que el comienzo de estos realities se trato de un experimento sociológico, pero con el paso del tiempo se ha convertido en algo ñoño, repetitivo y que sólo muestra el morbo.

Al tratarse de un formato nuevo, algo que nunca se había visto en España las primeras ediciones contaron con un gran seguimiento. Podemos destacar el primer Gran Hermano con un 53,3% de share. Si tomamos los resultados de las demás ediciones podemos ver que según han ido pasando los años estos han ido disminuyendo, (Gran Hermano 2 con un 44,2%; Gran Hermano 4 con un 32,1%; Gran Hermano 6 con un 31,2%, o la 7ª edición con un 29,4%, la última edición (actualmente en emisión) tiene una media de share de un 28, 1%).

Esto también ha ocurrido con Operación Triunfo, otro de los importantes. Su primera edición contó con una cuota del 68%. Su caso es parecido al de Gran Hermano, que ha ido perdiendo audiencia temporada tras temporada. Podemos, aquí, hacer un inciso, porque cuando Telecinco adquirió la cuarta temporada, este formato volvió a recuperar cierta audiencia, volviendo a descender en su quinta temporada con tan sólo un 30,3%.

¿Qué pasa con los nuevos formatos? ¿Por qué no consiguen mantenerse en audiencia?
Actualmente estamos observando casos de nuevos realities que no superan las expectativas con las que son lanzados. Son más ya de dos y de tres los espacios que han tenido que ser suprimidos o que han adelantado su final.
Gran Hermano y Operación Triunfo han conseguido afianzarse entre los programas preferidos de la audiencia, esto hace que siempre una determinada parte de la población lo siga. Están ya consolidados y tienen una presencia importante en las parrillas televisivas.

¿Pero por qué están bajando las audiencias? ¿Los telespectadores están “cansados” de los mismos formatos, de las mismas historias?
A pesar de seguir contando aún con unas importantes cifras, se ve un claro descenso edición tras edición. Los telespectadores están agotados, consecuencia de esto puede ser lo repetitivo que supone ver cada año a los mismos estereotipos y las mismas discusiones, no hay nada nuevo. Ya no es una novedad, se ha metido dentro de nuestras casas como otro programa más que seguir pero que ya no nos implica tanto como espectadores. Y respecto a los nuevos formatos podemos decir que tampoco son innovadores, todos siguen el mismo patrón.

El desenlace de los realities esta por llegar. Aunque todavía alguno de ellos tenga una clara presencia en la televisión actual, todos los presagios nos hacen ver que el reality toca su fin. Nuevas ideas, nuevas propuestas, nuevos formatos es por lo que tienen que apostar las cadenas españolas para volver a conseguir ser líderes de audiencia gracias a estos formatos y que vuelvan a estar de moda.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

lo que esta claro esk las audiencias las mantienen por lo que las mantienen...el morbo y el sexo k vende cosa fina
pero de todo se cansa uno y al final...se fini

Anónimo dijo...

tiene toda la razon lo unico k vende y k consume la audiencia es el sexo y el morbo, y si una tia en realidad es tio mejor, y si otra tia en su vida pasada era prostituta pues mejor que que no lo haya sido

damos pena consumiendo y dandole audiencia a estos contenidos

un saludo

Andrew dijo...

Realmente tiene toda la razón. La programación televisiva, no solo estos programas, es una absurda búsqueda del morbo para llamar la atención del telespectador. Es en esta clase de programas dónde se manifiesta de forma más patente esta situación, cada edición busca más la provocación y el morbo más que el entretenimiento, dando lugar a un espacio televisivo que empobrece a la persona que lo ve, pues no aporta nada. El programa "gran hermano" ha pasado de ser la posibilidad de observar la convivencia de un grupo de personas desconocidas, que podría servir para observar como responder el hombre ante situaciones peculiares, a un programa en el que una serie de personas elegidas, por una serie de cualidades, se dedican a dar un espectáculo bastante vulgar, en dónde solo importa ser lo más ordinario posible... Y lo peor de todo es que gran parte de su público son adolescentes...
Creo que la solución no es buscar más morbo o personas que puedan "dar espectáculo" en esos meses que dure el programa. La solución, aunque no sea facil, pasa por replantearse las bases de ese tipo de programas y buscar cual es la dirección correcta para lograr una televisión de calidad, si es que es posible a estas alturas.

Anónimo dijo...

Lo que hay que hacer es dejar e ver esta mierda de programas para que baje la audiencia de una vez por todas y los supriman de todas las cadenas. Todo el mundo esta de acuerdo que todos los años es igual, que no ofrecen nada nuevo, incluso el presentador se repite mas que la cebolla, pero la gente sigue tragandoselo, por que el 30% son unos analfabetos. Besos para ellas, un abrazo para ellos.