- ¿De profesión?
- Concursante de reality
Esa podría ser la respuesta de muchas de las personas que han pasado por ese tipo de programas.
Como ejemplo de ello podemos hablar de concursantes que han pasado por Operación Triunfo, y que posteriormente se han embarcado en otros realitys como Supervivientes o Mira quién baila, y lo mismo les ocurre a muchos de los participantes de Gran Hermano, en cualquiera de sus ediciones, que vuelven a concursar en programas de la talla de Gran Hermano VIP o en otra de sus variantes Hotel Glam.


¿Y que conclusión podemos sacar de todo esto?
Pues que todas las personas que entran a formar parte de este tipo de formatos televisivos, firman con la productora una serie de cláusulas por las que en un periodo de un año no pueden ni hablar fuera de los contratos con programas, que la misma productora les proporcione, ni mucho menos hacer comentarios acerca de lo que paso en el concurso en el que participaron. En el caso de que algún concursante incumpliera alguna de estas cláusulas, estaría obligado a pagar una multa monetaria a la productora.
Debido a ello, la mayoría de las cadenas televisivas por medio de sus numerosos programas, recolocan a estos personajes, que con mucha o poca fama intentan hacerse notar por medio de la pequeña pantalla.
Podríamos concluir, con la idea que posiblemente más personas tendrán, y es que ¿Es esto lo que realmente queremos? Masificación de programas basados en los mismos formatos, los mismos personajes en diferentes escenarios, personas obligadas a condicionar su personalidad y su actuación en función de la audiencia…
Nos merecemos otra cosa, pero esta claro que la llamada “telebasura”, es una formula que engancha y que la población sigue con devoción, así que de momento, nos quedamos con lo que tenemos.
Pues que todas las personas que entran a formar parte de este tipo de formatos televisivos, firman con la productora una serie de cláusulas por las que en un periodo de un año no pueden ni hablar fuera de los contratos con programas, que la misma productora les proporcione, ni mucho menos hacer comentarios acerca de lo que paso en el concurso en el que participaron. En el caso de que algún concursante incumpliera alguna de estas cláusulas, estaría obligado a pagar una multa monetaria a la productora.
Debido a ello, la mayoría de las cadenas televisivas por medio de sus numerosos programas, recolocan a estos personajes, que con mucha o poca fama intentan hacerse notar por medio de la pequeña pantalla.
Podríamos concluir, con la idea que posiblemente más personas tendrán, y es que ¿Es esto lo que realmente queremos? Masificación de programas basados en los mismos formatos, los mismos personajes en diferentes escenarios, personas obligadas a condicionar su personalidad y su actuación en función de la audiencia…
Nos merecemos otra cosa, pero esta claro que la llamada “telebasura”, es una formula que engancha y que la población sigue con devoción, así que de momento, nos quedamos con lo que tenemos.